El cuerno de la abundancia muestra un hecho real: la precariedad material en la que viven los cubanos que les hace desear que cualquier acontecimiento cambie su día a día. El problema estriba en que en esta historia plagada de simpáticos personajes se recurre a gags muy chabacanos para provocar el humor.

En un pequeño pueblo de Cuba, donde sus habitantes para sobrevivir recurren a todo tipo de triquiñuelas,  estalla la noticia bomba: aquellos que se apelliden Castiñeiras recibirán una jugosa herencia depositada en un banco de Inglaterra en el siglo XVIII. Todos los que tienen este apellido se movilizan teniendo como líder a Bernardito

Como en el popular cuento de La Lechera, la fabulosa herencia que flota en el aire provoca que los infelices personajes que pueblan este relato sueñen con cambiar su situación personal en cuestiones tan prosaicas como arreglar su casa para tener intimidad o comprarse un frigorífico Y es que en Cuba se sobrevive muy mal La lástima es que este relato coral (en él se recurre con habilidad al esperpento) contenga los mismos errores que muchas películas españolas de la época del destape. Ya me entienden: la mayor parte del humor tiene contenido sexualy rebaja (a mi modo de ver) tanto el desarrollo del relato como el buen trabajo de los actores que intervienen en ella.

Eso sí, aunque se muestra situación de miseria económica por la que atraviesa Cuba no se hace ninguna alusión ni recriminación al régimen de Castro, de hecho, es una película financiada por Cuba y España.

Para: Los que quieran conocer la situación de precariedad en la que viven los ciudadanos cubanos enclavada en una historia algo cutre