Las cuentas de la Federación Española de Fútbol, que dirige Ángel María Villar, están bajo la lupa de la Administración socialista. Para ser exactos del secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetsky. No la primera vez que en la Administración se oye la temida palabra intervención, aunque hay dudas jurídicas de que una federación deportiva pueda ser intervenida. Lo que está claro es que pueden ponerle difícil su continuidad al equipo directivo. Por el momento, y con el Mundial 2006 en puertas, todo el mundo guarda silencio, pero en el verano- otoño se puede desencadenar la ofensiva.

Recordemos que la situación financiera de la FEF no es precisamente boyante, y que sus activos inmobiliarios más caros están hipotecados, aunque, por el momento, paga con regularidad.