Sr. Director:
Ante el desamparo en el que se encuentra el ciudadano, en torno al desorden televisivo, hace siete meses el Parlamento, incorporó al entramado institucional un Consejo Estatal de Medios Audiovisuales (CEMA).

 

A pesar del tiempo transcurrido parece que todo se ha venido abajo. En todo ese tiempo ni una palabra del Consejo Audiovisual. Ya daremos por cierto que, en el año y medio que falta de legislatura, el Gobierno probablemente tendrá dos excusas: la crisis económica y que también al primer partido de la oposición no le gusta este órgano de defensa del espectador.

Precisamente en marzo y a preguntas del PP, el actual ministro de Industria quitaba importancia al gasto irrelevante. Y en cuanto a las críticas de la oposición, ésta debe ser de las pocas ocasiones en que son de provecho para el Ejecutivo.

ICmedia, en su editorial de la revista de noviembre asegura: éste órgano es competente para que se respete el Código de Autorregulación sobre la infancia, calificar programas por edades, controlar el horario infantil y sancionar a los infractores de estas normas, siempre mirando al usuario. Sin embargo, continúa diciendo: alguien ha decidido someter al Consejo estatal de Medios Audiovisuales a un estado de coma inducido, dejando al espectador sin un recurso fácil de defensa

En fin, una cuestión que adquiere cierta gravedad cuando son los niños los que pasan muchas horas ante los televisores, hasta una tercera parte de las horas que están despiertos, y fuera de los horarios infantiles. Triste, pero así es.

Elena Baeza