• Tal y como adelantara Hispanidad, el 'moderado' Espadaler se convierte en secretario general de CiU. 
  • Ojo, Espadaler ha tenido que cumplir el juramento: Sí a la consulta.
  • Durán no sólo pierde la Secretaría general sino también la interlocución con Moncloa.
  • A partir de ahora, la negociación con Rajoy es exclusiva de Artur Mas. De hecho, en Moncloa se sienten decepcionados con Durán.
  • Eso sí, el hombre de UDC seguirá en el Parlamento e intentará buscar un hueco en política exterior y seguirá como emblema económico de CiU.
  • Aunque ello comporte mantenerse en la equidistancia: quiero un acuerdo con Madrid pero defiendo el derecho a decidir. Una postura que no gusta ni a unos ni a otros.
  • Y en paralelo, Convergencia todavía no ha encontrado el sustituto de Oriol Pujol.
  • Eso sí, en principio no se tocaría el dogma de la coalición: 75% para Convergencia y  25% para Unión.

Lo adelantó Hispanidad el 9 de junio. El conseller de Interior de la Generalitat catalana, Ramón Espadaler, sustituye a Josep Antoni Durán i Lleida (en la imagen junto a Artur Mas) como secretario general de CiU. Eso sí, Espadaler ha tenido que juramentarse y, en la misma rueda de prensa donde se anunció la salida de Durán, ante la vigilante mirada de Artur Mas, aseguró que estaba comprometido con "la consulta" (ya saben que ahora ya no se utiliza el término referéndum).

Fue en junio cuando Durán i Lleida planteó la sucesión y cuando sus aliados convergentes se la negaron. Amenazaban éstos con romper el 75-25. Es decir, tres cargos para los nacionalistas y uno para los democristianos, un reparto de poder que lleva vigente un cuarto de siglo. Amenazaban también, con romper la coalición e ir a la nueva convocatoria por separado. Y, simplemente, no aceptaban a Espadaler.

Es más, el presidente de la Generalitat sospechaba que Durán pretendía sustituirle a él por el convergente 'moderado' y conseller de Justicia, Germà Gordó, dentro de la operación de Zarzuela (ojo, monarca emérito) y de Moncloa para reconducir a un Artur Mas que parecía haber enloquecido.

No pudo ser, pero ahora sí lo es, entre otras cosas que Mariano Rajoy se muestra especialmente decepcionado por Durán y considera imposible prescindir de Artur Mas. Es decir, que la negociación con Madrid ya no la llevará Durán, sino Mas.   

Es el comienzo del fin de la carrera política de Durán, aunque él no está dispuesto a aceptarlo. Dimite como secretario general de la coalición Convergencia i Unió y, aunque permanecerá en el Congreso, tratará de buscar acomodo en el área internacional (preside la Comisión de exteriores del Congreso) y seguirá siendo el emblema económico de la conservadora CiU (en el aspecto económico, más conservadora que el PP). Ejemplo, Durán aprovechó su despedida para criticar la reforma fiscal de Cristóbal Montoro en un sentido opuesto a la de la izquierda: no reduce impuestos.  

No es verdad que él se haya sentido cómodo con la consulta. Es más se ha mostrado siempre incómodo y ha sido señalado tanto por sus coaligados de Convergencia -que no creen en su independentismo- como por la Moncloa, que le considera -y lo es- un tibio, más que moderado, en la cuestión territorial.

Por cierto, ni Espadaler ni Gordò, son dos hombres de principios. Una cosa es que sean moderados en materia territorial, partidarios de un acuerdo con Madrid, y otra que los dos son dos progres de derechas, partidarios del aborto. Ni el uno es democristiano ni el otro es nacionalista conservador... o como quieran llamarlo. De hecho, el único al que le podía considerar defensor de la vida era a Durán... y no con especial entusiasmo.

En paralelo, Artur Mas no ha conseguido aún el sustituto de Oriol Pujol como secretario general de Convergencia. Se busca un independentista sin serlo, es decir, un personaje que pueda puentear a los talibanes y que al mismo tiempo, permita un acuerdo entre Madrid y Barcelona que anule el referéndum -la consulta-, con unas elecciones plebiscitarias y, si fuera necesario, un Gobierno catalán presidido por Mas, con el apoyo del PSOE y del PP.

En cualquier caso, el 'moderado' Mas es la primera víctima del follón secesionista en el que se ha embarcado Artur Mas. Su carrera política declina. Toda su versatilidad y su gran experiencia han sucumbido ante su tibieza en el intento de secesión.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com