Sr. Director:

El veto aprobado en el Senado contra el proyecto de Ley del mal llamado Matrimonio homosexual, con votos de los senadores de distintos partidos (PP, CiU, PAR) y la significativa ausencia de senadores del PSOE, PNV y CC, muestra de manera gráfica la oposición de gran parte de la sociedad a esta barbaridad que el Sr Zapatero nos quiere imponer a todos los españoles.

Algunos de sus propios senadores -igual que los de otros muchos partidos- han dado argumentos muy claros por los cuales se oponen a esta Ley.

Frente a tales argumentos, el Gobierno -de la mano de los colectivos gay- se limita a descalificar a los que discrepamos, afirmando que lo único que nos mueve es la intención de negar derechos a los homosexuales. Simplemente, mienten.

El Gobierno se ha enrocado, afirmando que el Congreso -órgano representativo de la voluntad popular- ha aprobado el proyecto. ¿Olvidan que el Senado representa también la voluntad popular?

Qué pronto se ha olvidado Zapatero de lo que predicaba desde la oposición. Ya ni siquiera escucha a quienes, desde su propio partido, le piden que recapacite.

Habrá que seguir recordándoselo.

Jaime Alonso de Velasco