El banco malo, SAREB, ha vendido a Deutsche Bank una cartera de préstamos por valor de 323 millones de euros. Ya sabe cómo funciona esto. Bankia, por poner un ejemplo, le vende activos inmobiliarios fallidos -pisos, pisos a medio construir y a otros-. Por decirlo rápido, viviendas que no habían logrado venderse o ni tan siquiera construirse.

La SAREB pagó con descuento a los bancos, más que nada porque estos querían librarse de ellos como fuera. Se suponía que lo lógico era que la SAREB les encargara a esos mismos bancos que hicieran de inmobiliaria y que vendieran esos pisos a más bajo precio. Pero no, lo que la SAREB ha hecho es agrupar los inmuebles en grandes paquetes y revenderlos a un tercero, que hace el papel de buitre. Una forma de librarse del problema pronto, sólo que mal.

Porque, vamos a ver: si Bankia no logró culminar el negocio y si la SAREB ni lo ha intentado, ¿por qué el Deutsche si iba a conseguirlo Naturalmente porque ha comprado más barato y, sobre todo, porque ha convertido lo que era un producto socialmente interesante -todos necesitamos vivir bajo techo- en una mera especulación financiera.

¿Cuál era la alternativa Pues muy sencillo, que el primer propietario, el promotor o el banco que le prestó el dinero, dado que no lograba vender a 10 vendiera a 8, y si no a seis, y si no... Pero que lo vendiera, caramba, a alguien que pudiera utilizar esa vivienda como un hogar, no un especulador que 'paquetice' los inmuebles y los convierta en un activo financiero del activo financiero... del bien real primigenio.

El SAREB nació para solucionar la crisis bancaria y no hace otra cosa que repetir la misma fórmula especulativa que llevó a la crisis bancaria: si no logro vender una casa la convierte en hipoteca basura. Y así el mal se convierte en endémico.

¿Hemos salido de la crisis provocada por el financismo No, porque para solucionar los males provocados por ese financismo lo combatimos con más financismo.

En plata: los préstamos hipotecarios fallidos, tras provocar un considerable daño entre los embargados, pasan de mano en mano, cada vez más devaluados y, encima, titulizados, es decir, haciendo crecer la bola, la mima bola que la del negro de Alabama, las subprime con las que comenzó todo.

Si, ya sé que se lo he recomendado muchas veces pero vean y escuchen esta joya del humor inteligente, que expresa todas las claves, cuando el huracán no había hecho más que comenzar.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com