Que uno trate de arrimarse al sol que más calienta, forma parte de la débil condición humana. Pero anular la dignidad es mucho. Un poco de autorespeto. En los últimos días, hemos escuchado a un Francisco González, dando la bienvenida al PSOE después de que la Junta de Accionistas del BBVA se convirtiera en un cuasi acto electoral.

El consejero delegado de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, se suma a la fiesta, temeroso de que la "luz verde" a las OPAs hostiles y las concentraciones empresariales en el sector energético, anunciadas por Miguel Sebastián, le encuentre con el pie cambiado. Desde el anuncio donostiarra, la eléctrica vasca ha pegado un estirón bursátil.

Y ya puesto, César Alierta no ha perdido la ocasión desde Brasil para desear los mayores éxitos al gabinete entrante. Eso sí, anuncia sentirse cómodo en la Presidencia de la mayor multinacional española. O traduciendo: "Si Zapatero espera que presente mi dimisión, puede esperar sentado". Al leonés se le acumula el trabajo...

Pero, lo más llamativo ha sido el pliegue del Tribunal Constitucional aplazando la suspensión del plan Ibarretxe "para no condicionar al futuro Gobierno". ¿Ha muerto Montesquieu? Son las servidumbres de Manuel Jiménez de Parga.