Revolución en el Banco de España: cambiamos feminismo por independencia. El feminismo se está convirtiendo en una coartada muy eficaz. Así, el nuevo gobernador, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, al que el PP califica como gobernador con carné (con carné del PSOE, se entiende) ha roto el consenso en el instituto supervisor: no contar con la oposición para el nombramiento de altos cargos. Es más, el único director general próximo al PP, Pedro Pablo Villasante se ha marchado a la patronal AEB. El vicepresidente económico del Gobierno Zapatero, Pedro Solbes, ni tan siquiera ha accedido a pactar el nombre del subgobernador con el principal partido de la oposición. Pero el Gobierno del diálogo y del talante no podía permitir que los medios informativos delataran su negativa al diálogo y su mal talante, así que han acudido a un truco que nunca falla: el feminismo.

El Banco de España pierde independencia respecto al Gobierno y al Partido Socialista pero eso sí, gana en feminismo. Para ello, desde la institución no dejan de recordar que ya cuentan con dos directoras generales, Pilar Trueba y Pilar LHotellerie- Fallois, aunque lo cierto es que la una está en un cargo con muy poco poder y a la otra no se le reconoce dicho cargo más que en situación de adjunta. Por el contrario, para la Dirección General más importante de todas, la de supervisión, la que deja huérfana el precitado Villasante se ha escogido a un varón. Además, si se pretendía feminizar el Banco de España lo que tenía que haber hecho el señor Solbes era nombrar gobernadora o al menos subgobernadora a la ya consejera de la institución y directora general del Tesoro y Política Financiera, Soledad Núñez, que se conoce al Instituto Monetario como nadie y que fue candidata a ocupar el puesto que ahora le han regalado a MAFO.

¿Por qué Soledad ha sido vetada por Solbes tanto para la medalla de oro como para la medalla de plata? Pues muy sencillo, porque Soledad es sebastianista, colaboradora y amiga personal del mayor enemigo de Solbes, el asesor económico de Zapatero y secretario de Estado monclovita, Miguel Sebastián.

Pero el nuevo gobernador es capaz de venderle una nevera a un esquimal, MAFO es un tipo tan listo y tan buen gobernador que tiene capacidad para ejercer cualquier cargo menos aquellos que conllevan neutralidad, es decir tiene capacidad para ser presidente del Gobierno pero no para ser gobernador del Banco de España. A su mentor Pedro Solbes el hombre que más tranquilizara a los mercados financieros, los duerme, le ocurre algo similar: su apariencia de intelectual y dado a un sabio distanciamiento no tiene nada que ver con la práctica de un personaje que no admite pacto alguno en ninguna cuestión: o gana o pierde. Al igual que el propio Presidente del Gobierno, con la diferencia de que Pedro Solbes ni se molesta en presumir de diálogo y talante. Es igual de tirano que Zapatero, pero mucho más sincero.

Total, que MAFO ha montado el aquelarre feminista para justificar la politización, ya definitiva, del Banco de España. Hispanidad contaba ayer que el que más claro lo ha visto es el presidente del Santander, Emilio Botín, que durante el acto de toma de posesión del MAFO ni se preocupó de ser visto junto al nuevo gobernador pero se fundió en un efusivo abrazo con Solbes. Don Emilio sí que sabe de qué va esto.

Y mientras nadie debe preocuparse por la ausencia del Presidente de Caja Madrid, Miguel Blesa. Blesa no es el objetivo de cacería del nuevo gobernador; el objetivo es el presidente del BBVA, Francisco González, quien busca desesperadamente al británico HSBC para que le quite de encima los lebreles. Eso sí, será una cacería muy feminista.

Eulogio López