Alega que aún no es presidente de Estados Unidos, así que se ha dedicado a jugar al golf en Honolulú. La verdad es que no dijo lo mismo en campaña electoral, cunado pasó a primera línea con la crisis de Wall Street y apoyó con entusiasmo los planes de George Bush -aunque dejando claro que éste era el culpable, naturalmente- para financiar con dinero publico a los especuladores culpable del desastre. Tampoco entonces era presidente de los Estados Unidos, ni tan siquiera virtual. Entonces tenía que ganarse el cargo.

Barack Obama será el gran bluf del siglo XXI. El diccionario de la Real Academia define así el concepto (segunda acepción): Persona o cosa revestida de un prestigio que posteriormente se revela falto de fundamento. No se me ocurre ninguna definición mas rigurosa del presidente electo, aunque la primera del DRAE también le es aplicable: Montaje propagandístico que, una vez organizado, se revela falso.

Decir esto, cuando todos los famosos le han nombrado personaje del año puede resultar fuerte, por lo que conviene lanzar una aclaración: yo también quiero a un negro en la Casa Blanca, pero no a éste.

Buena prueba de ello es que nuestro Zapatero ha confesado que la internacional progresista... es impensable sin los Estados Unidos.

Esta es la cuestión. Obama es, ante todo, un progre. Si no quiere que la policía política progresista le condene, está obligado a apoyar todos sus tópicos, y uno de ellos es que los palestinos son los buenos y los judíos los malos. Ya he dicho lo que pienso de ello. Hamas es un grupo terrorista mientras Israel es un ejército que ataca de frente. Es verdad que han contestado con extrema dureza, dureza que debe cesar, pero no podemos olvidar la diferencia.

Ahora bien, Obama no puede apoyar a los palestinos porque el asunto judío es una cuestión muy seria en estados Unidos y Obama sabe que no puede jugar con las cosas de comer como si fuera un ZP cualquiera.

Conclusión; ha decidido que todavía no es presiente, una 'grossen chorradem' que comienza a demostrar la tesis de que estamos ante el mayor bluf de la historia reciente.

Eulogio López

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