Al responsable de Recursos Humanos de BBVA, Ángel Cano, no le tiembla el pulso a la hora de sacrificar a veteranos componentes del equipo directivo, especialmente si son azules (provenientes del BBV) y no amarillos (Argentaria). Cano está ahora presionando a técnicos de 49 y 50 años de edad para que se marchen a casa, no precisamente en las mejores condiciones. Se trata de prejubilaciones selectivas, no pactadas con los sindicatos y sin un acuerdo general sobre condiciones de indemnización.

El responsable de Recursos Humanos adopta esta actitud agresiva en el primer año en que ya no es posible prejubilar con cargo a reservas, sino contra la cuenta de resultados. Al mismo tiempo, claro está, Cano continúa fichando a jóvenes dispuestos a trabajar más horas por menos dinero.

Todo un duro el amigo Cano.