FG se acerca al sueño de todo banquero: menos personas, más máquinas

El BBVA ya cerró 400 oficinas durante el verano de 2008. El próximo agosto cerrará 500. Se aprovechan las vacaciones, se reubica al personal y se ahorran los gastos que generan en un mes las sucursales con menor actividad. La jugada se redondea dejando los cajeros abiertos. A las máquinas les basta con que se les dedique un mínimo mantenimiento, no piden pan.

De esta manera, el banco que preside Francisco González ensaya el sueño de todo banquero: sustituir empleados por máquinas. Mientras tanto, el BBVA planea el cierre definitivo de 100 oficinas hasta octubre, que se suman a las 96 que ya se han cerrado en los seis primeros meses del año.