Considera que no supone una pérdida de poder de los supervisores nacionales

Finalmente el modelo de supervisión europeo aprobado ha quedado más descafeinado de lo que muchos querrían por la presión soberanista de Gran Bretaña. Y es que el modelo planteaba un órgano europeo de supervisión macroprudencial con rango de autoridad, es decir, con poder y tres órganos de supervisión microprudencial también con poder, aunque en coordinación con los supervisores nacionales. En el fondo, lo que se pretendía era darles poder supervisor al BCE a través de los supervisores nacionales. Un paso en el modelo de integración monetaria. Con el pequeño detalle de que cuando se produce una crisis financiera quien termina pagando la factura son los contribuyentes nacionales.

El subgobernador del Banco de España, Francisco Javier Aríztegui, se muestra entusiasta del modelo de integración de supervisores financieros y no considera que el Banco de España vaya a perder poder. En primer lugar, porque él mismo ha formado parte de la cocina del diseño del modelo de supervisión europea. Y en segundo lugar porque en el Banco de España tenemos una tradición que se respeta en los ámbitos internacionales. De hecho, España tiene ya un papel de peso en los mecanismos embrionarios de coordinación de la estabilidad financiera. Los británicos sin embargo, no piensan lo mismo y ha echado agua en el vino.