El ambiente político está desatado. El actor Pepe Rubianes se permite insultar al alcalde de Lanzarote y desear al PP que se cuezan en su mierda. Mucho. Y a la afrenta del columnista del Avui a los militares españoles se suma ahora Salvador Sostres, que destila odio hacia lo español. Esta vez le toca el turno a los asturianos. Notas que sin tener ningún talento especial, gozan de unas infraestructuras impresionantes que de ninguna manera son fruto de su esfuerzo, sino del nuestro, afirma Sostres. Modesto que es el chico.

Más. Sostres no se conforma con las infraestructuras y se adentra en la gastronomía, que califica abiertamente de grosera. Eso sí, cuando tiene pretensiones, resulta fallida. Además, no se nota inteligencia en ninguna parte. Sólo en Cataluña hay hombres con cabezas privilegiadas capaces de entender el mapamundi de Cataluña, al parecer. Y continúa: Todo tiende a un inmenso bostezo, todo recuerda la rudimentaria mediocridad de los mantenidos. Mucho.

Y no tranquilo, el articulista sostiene que si eres catalán y pagas tus impuestos, da mucha rabia viajar por España y ver dónde va a parar tu esfuerzo. A Sostres no le da rabia en cambio viajar por Tarragona y ver el fruto del esfuerzo de Barcelona. Cuestión nacional, lo llaman. Se te quitan las ganas de trabajar, añade el articulista. ¿Se creerá el Sr. Sostres que es el único español levantando el país, el único que madruga, el único que paga sus impuestos, el único que tiene déficit fiscal? Y concluye. No es extraño que trabajar para hacer más grande al enemigo e invasor acaba por enfadarnos. Ya lo hemos entendido mejor. Para el Sr. Sostres, España es el enemigo e invasor. Desde estas premisas, todo lo demás se entiende mucho mejor: las balanzas fiscales, el Estatut y el boicot de productos antiespañoles. Gracias, Avui, por abrirnos los ojos.