• La prima de riesgo, cerca de los 440 puntos y el Ibex 35 continúa en números rojos.
  • Sorprendente que los analistas de Bankinter tiren piedras contra su propio tejado: España.
  • La confianza del inversor cae a mínimos históricos en el primer trimestre del año: -3,86 puntos.
  • Durao Barroso trata de echar un cable: "Estoy absolutamente confiado en que España será capaz de hacer frente a estos retos".
  • El Gobierno Rajoy insiste en que no habrá rescate porque no le han cortado sus fuentes de financiación, como a Grecia, Portugal e Irlanda. 
Comienza otra semana de vértigo para España. Ya lo fue la pasada, con la prima de riesgo disparada por culpa de los especuladores internacionales ávidos de dinero. Y esta no lo va a ser menos, porque además España emite deuda el jueves.

Por lo pronto, este lunes, y cuando se escriben estas líneas, el bono español a 10 años alcanzaba una rentabilidad superior al 6%, el máximo desde el 30 de noviembre, por lo que la prima de riesgo española se situaba muy cerca de los 440 puntos, como recogía Invertia. Mientras el Ibex 35 continuaba en números rojos a pesar del desplome sufrido el viernes pasado.

Algunos analistas consideran que por encima del 6% de rentabilidad se entra ya en la espiral de la deuda, es decir, dedicar la nueva deuda que emites a pagar los intereses de la deuda anterior, caso en que se hace necesario el rescate. Los analistas de Bankinter, por su parte, consideran que la intervención del Banco Central Europeo (BCE) comprando deuda española sólo es necesaria si el interés de los bonos españoles a diez años se aproxima al 7%, curiosa manera de echar piedras contra su propio tejado, es decir, España (porque retrasan la ayuda del BCE).

Más datos se han conocido esta mañana. Por ejemplo, los de la encuesta trimestral de J. P. Morgan Asset Management, que concluye que la confianza del inversor en España cayó a mínimos históricos en el primer trimestre del año al situarse en -3,86 puntos, superando los niveles más bajos de 2008. Los encuestados ven en la crisis económica y el paro las principales señales de desconfianza en España. Esto podía explicar en parte el alza de los intereses de la deuda española.

Algunas voces procedentes de la UE han tratado de calmar los ánimos como la del presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, quien ha dicho: "Estoy absolutamente confiado en que España será capaz de hacer frente a estos retos y estamos trabajando de forma muy estrecha con nuestros amigos españoles para lograr este objetivo".

Por su parte, el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, declaraba en una entrevista en El Mundo que los ataques de los mercados contra la deuda soberana española seguirán si continúan existiendo dudas sobre el euro y el proyecto europeo. De Guindos reitera que España "no va a pedir el rescate", ni necesitará ser intervenida, porque no le han cortado sus fuentes de financiación, como a Grecia, Portugal e Irlanda.

Dios le oiga. Por lo pronto, el BCE podría echar una mano. Y siempre, denunciemos la codicia de esos inversores que, por codicia y para forrarse, pueden llevar a un país y a sus ciudadanos al ahogo económico.

Andrés Velázquez
andres@hispanidad.com