Paul Kagame, con perdón, presidente de Ruanda no será recibido por Zapatero, porque es nuestro presidente un hombre muy sensible y hay quien acusa al tutsi de genocida (los progres varían cada mes: unas veces los genocidas eran los tutsis y otra los hutus).

Recibe a cualquier otro dictador, como Gadafi o Chávez, pero a éste no, así que me le han degradado a ser recibido por Moratinos, un sistema de tortura como hay otros en el mundo.

Ahora bien, lo gracioso es que al reunión ZP-Kagamé se pergeñó en la ONU para relanzar los Objetivos del Milenio de Naciones Unidas que, como todo el mundo sabe, es una trampa para introducir la salud reproductiva, es decir, el aborto, como derecho humano.

Y así todo se vuelve lógico: un genocida como Kagamé y un abortero como ZP, en defensa del aborto, que constituye el mejor genocidio, el más eficaz, el más global que conoce el mundo moderno.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com