ACS no quiere el 100 por 100 de Hochtief. Lo que quiere es conseguir pasar del 30% para luego comprar acciones hasta conseguir el control de la compañía alemana.

El prepotente nacionalismo económico germano se lo pondrá difícil,  jugará sucio, como hicieron los franceses con Sacyr y su compra fallida de Eiffage y no podemos contar con el apoyo ni del Gobierno Zapatero, como franceses y alemanes por dos razones: España es un país cainita y a Zapatero nadie le respeta en Europa. Y eso que es una de las claves actuales de la vida empresarial europea. Y eso que el presidente de ACS se da verdadera maña para llevarse bien con tirios y troyanos, con la izquierda y con la derecha, con el Gobierno y la banca. Por decir algo, ahora mismo, los principales apoyos de Pérez en el momento presente son el ministro socialista Pepiño Blanco, el alcalde pepero de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, el presidente de Endesa y Mediobanca, Borja Prado y el consejero delegado del Santander, Alfredo Sáenz, y los dos grupos editoriales más poderosos de España: los progres de izquierda (PRISA) y los progres de derechas (UNEDISA).

Dicho esto, el asunto Florentino Pérez (¡Oh capitán, mi capitán!) resulta más peliagudo. Porque Pérez es un empresario que compra para vender. Quiere comprar Hochtief para vender activos de la empresa alemana -principalmente la joya de la corona, Australia- para poder reforzar la liquidez de ACS, asediada por una deuda creciente, y poder seguir dando la batalla en Iberdrola.

Insisto: un empresario es aquel que produce algo para la sociedad, con ánimo de lucro, por supuesto. Un financiero es aquel que sólo compra y vende en busca de la plusvalía. Pérez no es un empresario, aunque dirija una gran empresa: es un financiero. Unión Fenosa y Abertis son dos ejemplos claros del asunto.

Por otra parte, en ese espíritu financiero de la compra-venta no puede llevarle a asuntos como la llamada enmienda Florentino. Es cierto que a la propiedad hay que darle su representación, pero tampoco se puede pretender controlar una empresa con mayoría minoritaria. Especialmente si, como don Florentino, lo que se pretende no es producir sino vender. España necesita más empresarios y menos florentinos.

Eulogio López

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