Sr. Director:
El fracaso el pasado día 25 del asedio planificado al Congreso de los Diputados, sede de la soberanía del pueblo español, no sólo es un éxito de las Fuerzas de Seguridad del Estado, con un ejercicio sobrio y ejemplar de su función al servicio de la convivencia.

Es también un triunfo de esta sociedad, que aunque inmersa en una crisis de ideas y agotada económicamente, apuesta por el normal desarrollo de las instituciones y rechaza toda acción que nazca de la violencia tanto física como social.

La violencia ni es un medio legítimo en democracia ni es un medio para la solución de nuestros problemas. No era solo un intento (patético) de asalto al Congreso, sino una batalla moral y cultural.

Y una vez más los radicales la han perdido.

José Morales Martín