Contrariamente a lo que algunos insinúan ahora, es evidente que el Arzobispado de Barcelona siempre ha deseado que nunca se hubieran realizado abortos en ningún lugar y aun menos, en los hospitales con participación de la Iglesia. ¿Acaso alguien sensato pensaba realmente otra cosa? ¿Cuál ha sido entonces el problema? Lo cuenta la Asociación Cruz de San Andrés.