Sr. Director:

Lamentablemente, los mensajes de los obispos sólo superan el ámbito de sus diócesis cuando son polémicos. La sociedad se pierde, en muchas ocasiones, la oportunidad de escuchar sus aportaciones más constructivas y positivas. Es lo que ha ocurrido con las palabras del Cardenal Amigo del pasado 15 de agosto. Sólo la prensa local y algún medio digital han recogido sus palabras.

Entre otras reflexiones, afirmó que reconocer y ayudar a la familia es la mejor garantía para asegurar la dignidad, la igualdad y la verdadera libertad de la persona humana. Me hizo recordar, con emoción, las palabras de Benedicto XVI en Valencia ante cientos de miles de familias al decir que el amor entre el padre y la madre ofrece a los hijos una gran seguridad y les enseña la belleza del amor fiel y duradero.

En efecto, trabajar por la familia, es decir, invertir hoy en familia, tendrá unos rendimientos positivos en forma de una sociedad futura con mayor salud psicológica y afectiva, porque tendremos ciudadanos más dignos, iguales y libres. ¿No podríamos dedicar parte de los presupuestos municipales, autonómicos y nacionales a invertir en programas de familia, de verdad, sin propaganda vacía? Ahora, que tendremos que preparar los presupuestos del año que viene: Trabajemos por la sociedad constructiva y positivamente.

Juan Antonio Jurado Ballesta

jujuba@andaluciajunta.es