Sr. Director:

Después de que la vicepresidente del Gobierno Zapatero, María Teresa Fernández de la Vega, asegurara en el Consejo de Ministros que la relación entre los dos países "amigos" es "excelente",  Marruecos ha contestado a su manera.

El Gobierno alahui ha optado por llamar a consultas al Embajador en España. Y es que Marruecos no tiene ningún interés en disimular su malestar por la visita de los Reyes a Ceuta y Melilla.

Hasta ahora la política de Zapatero en relación a Marruecos ha sido alegrar al sultán. De aquellos polvos vienen estos lodos. El "talante Zapatero" se está traduciendo en el "desprestigio de España" a nivel internacional. Mientras Zapatero habla de la Alianza de las Civilizaciones, está permitiendo que no se respete los derechos humanos y que se produzcan repatriaciones ilegales.

Además recuerden la famosa foto donde aparecen  Zapatero y Mohamed VI ante un gran mapa que presidía el despacho del monarca en el que, además del Sahara Occidental, aparecían las canarias, Ceuta y Melilla. Y Zapatero ni se inmutó.

Es importante tener una buena relación con Marruecos pero no a cualquier precio. No hay que decir que sí a todos "argumentos" de Rabat, señor Zapatero porque luego le ningunean, es decir, España sale desprestigiada.

Zapatero no sabe ni qué Estado quiere para España, ni qué educación necesitan los estudiantes españoles, ni, ahora, qué países son nuestros verdaderos aliados. ¿Hay algo, aparte de sonreír, que sepa hacer realmente Zapatero? Pero incluso la sonrisa, en el caso del sultán de Marruecos, está contraindicada. ¿Qué le debe Zapatero a Marruecos que le tiene cogido por las "alianzas"?

José Antonio Boza Guillén

bozaguillen@hotmail.com