No se puede ir sólo por la vida política y empresarial. La soledad es muy dura. Todo político que se precie necesita un buen empresario junto a sí, a ser posible un promotor inmobiliario, que tienen mucha liquidez. José Bono, empeñado en crear un partido de centro, bisagra entre el PP y el PSOE, cuenta con Rafael Santamaría, de Reyal-Urbis.

Pues bien, en la Asociación de Promotores Madrileños, ASPRIMA; la más importante del país, braman contra su presidente saliente, don Rafael, que pretende perpetuarse en el cargo a través del secretario general de la Asociación, José Manuel Galindo. Lo tiene difícil, pero nada se pierde por intentarlo. A fin de cuentas, en España todo pasa por el sector inmobiliario.