• El patio de comadres expulsará del mercado publicitario a los medios informativos.
  • ¿Cuál es el negocio del triunfador Zuckerberg Wall Street. Es decir, la nueva burbuja tecnológica de los contenidos.
  • Si en el año 2000 el modelo fue AOL, ahora son las redes sociales.
  • Y ojo, porque las redes sociales tienden al monopolio (Facebook-Whatsapp) y constituyen un atentado contra la privacidad.

La red social más famosa y alabada del mundo, Facebook, se está llevando por delante el periodismo. Como lo oyen. El patio de comadres expulsará a los medios informativos del mercado publicitario, su única fuente de ingresos tras la baja aceptación de la prensa de pago en Internet.

El asunto es grave. El periodismo se basa en dos pilares fundamentales: la verdad y el interés social. Y ninguno de estos pilares se encuentra en la hoja de ruta de las redes sociales en general y de Facebook en particular.

Pero, ¿cuál es el negocio del triunfador Mark Zuckerberg (en la imagen) Wall Street. En otra palabras, la especulación más bestial. Estamos ante la nueva burbuja tecnológica, parecida a la del año 2000. Sólo una diferencia: mientras aquélla fue una burbuja de medios online, ésta de 2014 es de contenidos.

El ejemplo más claro de la burbuja de las 'punto com' lo protagonizaron American Online (AOL) y Time Warner. El 10 de enero de 2000, el proveedor de Internet adquirió el mayor grupo de comunicación del mundo por unos 9.000 millones de dólares de entonces. La nueva empresa, que pasó a llamarse AOL Time Warner, fue perdiendo su presencia y su valor en el mercado.

Es decir, la burbuja se fue pinchando poco a poco. Así, en mayo de 2009, Time Warner anunció que su división de Internet, AOL, se separaba y se constituía como una empresa separada.

Ahora, el modelo son las redes sociales. Uno de los indicadores que señalan si estamos ante una burbuja es el llamado PER (en inglés, Price to Earnings Ratio), esto es, la relación entre el valor y los beneficios. Para entendernos, es el tiempo que se tardaría en recuperar la inversión, con los beneficios de la empresa. Un PER normal de una empresa normal suele estar en el entorno de 10 ó 12.

Pues bien, justo antes de su salida a Bolsa, el PER de Facebook estaba en 80. Los analistas aseguraron que estábamos ante una empresa con un potencial de futuro enorme. Sin embargo, nada más salir a Bolsa, los títulos de la red social cayeron hasta la mitad de su valor inicial y tardaron catorce meses en recuperarlo. Claro que antes, Facebook anunció que incluiría publicidad en los móviles. En resumen: el negocio del filántropo Zuckerberg es la especulación pura y dura.

Y ojo, porque a todo esto hay que unir el hecho de que las redes sociales tienden al monopolio. El último ejemplo, la compra de Whatsapp por parte de Facebook. Y no lo duden, este monopolio constituye un atentado contra la privacidad, por mucho que el joven millonario haya afirmado en el Mobile World Congress de Barcelona que los datos de Whatsapp no pasarán a Facebook. ¿Acaso se piensa que somos idiotas Qué más da que los datos de una no pasen a la otra, si lo que ha pasado a Facebook es Whatsapp entera. En otras palabras, los datos de los servidores de Whatsapp no pasarán a los de Facebook, pero ambos servidores los controla la misma persona. Y luego, incluso, se lanza a criticar el espionaje masivo del Gobierno de EEUU.

Asimismo, una de las características de un monopolio es la indefensión de los usuarios. En el caso de Whatsapp es total y absoluta. Un ejemplo reciente: la caída del servicio durante cuatro horas, este sábado pasado. La falta de información ha sido absoluta y no ha sido por falta de interés de los medios, se lo aseguro. Sencillamente, no hay manera de contactar con la empresa. Y si eso es grave en cuanto al servicio, imaginen en cuanto a los contenidos.

Pablo Ferrer

pablo@hispanidad.com