Tras el blindaje del Ebro por parte del Estatut catalán se ha convertido en moda de las reformas estatutarias el blindaje de los recursos naturales, ríos incluidos. Así se contempla, por ejemplo en el estatuto andaluz y castellano-manchego. Un tema que ha provocado muchos quebraderos de cabeza entre los barones regionales y las direcciones de los partidos nacionales.

Pues bien, la postura del gobierno Zapatero es que la política de Estado. Algo más que retórica, porque cada consejo de ministros el Ejecutivo aprueba un nuevo trasvase Tajo-Segura. En él último se aprobó el trasvase de 12 hectómetros cúbicos para el abastecimiento humano y se establece la posibilidad de que dentro de un mes se pueda realizar una nueva aportación tras el análisis correspondiente.

No sólo eso, sino que Narbona considera que la actual humedad del suelo permite disponer de margen temporal para autorizar trasvases con destinos agrícolas, que en principio se estiman en 11 hectómetros cúbicos. Un volumen que sería reconsiderad en función de las condiciones hidrológicas de las próximas semanas.

En la actualidad señala la titular de Medio Ambiente- se constata que existe una recuperación del sistema Entrepeñas y Buendía. No obstante, es preciso dejar pasar unas semanas para evaluar cuánta agua va a ser posible suministrar a las poblaciones y cuánta puede destinarse, inicialmente, al regadío, contemplado la totalidad del año agronómico, apunta Narbona.

Ahora sólo queda que esta praxis se eleve a rango institucional, evitando que las nuevas reformas estatutarias blinden los recursos naturales, que obviamente son de todos y para todos. ¿Por qué el gobierno no lo evitó en el Estatut catalán y en las reformas andaluza y castellano-manchega?