Sr. Director:
La muerte de Lech Kaczynski, presidente de Polonia, es solamente la guinda que ponen al pastel de Katyn los Rusos asesinos de polacos.

 

Fíjese qué rápidos son estos rusos que prontito van a realizar una investigación del desastre, del Tupolev en el que iban los polacos. No te das cuenta de que esta investigación jamás debería de realizarla la parte que pudiera tener algo que ocultar o alguna duda razonable, o parte  en el proceso del que se está barajando.

Para esta investigación del Tupolev siniestrado debería de tomarse una empresa, un país que fuera completamente neutro a las situaciones que se están barajando. O sea, que no debería de ser ni Rusia ni Polonia. Podría ser USA, el Reino Unido o cualquier otra nación o entidad, pero que no se dejará  influenciar por ninguna parte involucrada.

Este avión, el Tupolev, cae en pérdida muy rápido y recupera con mucha dificultad; no comprendo cómo los polacos fueron engañados para usar este tipo de transporte aéreo, sabiendo que es el mismo cacharro en el que perdimos nosotros, los españoles, también gran parte de nuestros soldados.

Una verdadera tragedia, pero, créame, los polacos no están acabados, y si no, pregúnteles a los alemanes sobre cuando los polacos luchaban en Monte Cassino. Estos pobres polacos son muy duros de roer. Tienen un Dios muy especial.

Juan C. Z.