Como informamos en nuestra edición de este lunes, tras la edición de un reportaje en la televisión danesa sobre los presuntos fraudes de la Ley del Aborto en el centro Ginemedex, se ha producido una cascada de reacciones. Por una parte, la asociación e-cristians y el Centro de Estudios Jurídicos Tomás Moro han presentado sendas denuncias al Dr. Morín que presuntamente violó lo establecido en los tres supuestos despenalizadotes. Por otra parte, la Asociación de Víctimas del Aborto ha recogido el testimonio de una mujer española de 40 años que certifica que efectivamente el Dr. Morín no uso impedimento alguno a su aborto a pesar de estar seis meses y medio y de justificarlo porque esperaba una niña.

Pero Hispanidad.com ha podido acceder a más documentación del centro que demuestra el conjunto de irregularidades de la práctica del conjunto empresarial Ginemedex. Por ejemplo, en un documento, se muestra cómo un médico psiquiatra firma un documento en el que certifica que la mujer podría sufrir graves secuelas para su salud de seguir adelante con el embarazo. El documento está firmado, pero el espacio para escribir el nombre de la afectada se encuentra en blanco. Dictamen estándar. Siempre es bueno tener documentos firmados para cumplir con la burocracia, como dice Morín en el reportaje danés.

Por otra parte, en el documento 1, se observa cómo Ginemedex recibe referencias de pacientes europeas, algunas remitidas desde centros hospitalarios extranjeros, como el Hospital Bicetre. El caso de la danesa, no es una anécdota, sino la práctica habitual de una compañía que como hemos informado- organiza packs completos de avión-hotel-aborto a escala comunitaria.

En el documento 2 se puede observar una rudimentaria hoja de gastos, entre los que se encuentra el abono de 66,45 euros al hotel Vía Augusta, demostración de que efectivamente, el entramado empresarial trabaja como operador logístico. Por cierto, que como curiosidad, entre los pagos, figura también urgente el abono de 2.000 euros a  Roca Junyent.

Ante el escándalo generado, la Generalitat informa ahora que ha abierto una investigación sobre las presuntas irregularidades, aunque este lunes informó de que el Dr. Morín les llamó para informarles de que había aparecido una extraña extranjera a la que no le practicarían el aborto. Les han pillado con el carrito del helado. Y la pregunta de los europeos y la nuestra también- es: ¿cómo es posible que después de tantas irregularidades y tantas denuncias estos centros puedan seguir abiertos? La pelota está en el Ministerio de Sanidad y en las consejerías de sanidad. Porque lo que ocurre en Ginemedex, ocurre también en el resto de los más de 130 centros acreditados. Ya está bien de burlar impunemente la ley y de abusar del supuesto legal del peligro psíquico de la madre por donde se cuelan el 97% de los abortos. Por cierto que los psiquiatras certifican que no existen razones médicas para abortar, pero sí un cuadro psicológico tras el aborto : el síndrome post-aborto. ¡Ya está bien!