Las más de dos mil mujeres escuchadas y atendidas por la Asociación de Víctimas del Aborto (AVA) quieren hacer llegar a la sociedad que el problema más grave para la salud y felicidad de las mujeres en España es la interrupción de su embarazo o aborto. Sumando los datos del Ministerio de Sanidad desde 1985, en el año 2006 podrían ser ya un millón las mujeres víctimas del aborto en nuestro país.

Esperanza Puente, presidenta de AVA y mujer que se sometió a un aborto en el centro Dátor hace 11 años señala que existe una falta de apoyo social a la mujer embarazada, especialmente si ésta es inmigrante. El aborto es, señala Puente, toda una violencia de género, ya que las secuelas de esta intervención son muy graves y nunca informan del síndrome post-aborto en los centros de realización de abortos.

AVA reivindica al Gobierno y a las Comunidades Autónomas alternativas dignas y eficaces para las mujeres inmigrantes y españolas, que son obligatorias según el artículo 9 del RD 2409/1986, tal y como ha emprendido la Dirección General de Juventud de la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid y el Gobierno de Murcia. Además, estas mujeres exigen la información completa de todos los efectos secundarios de la interrupción del embarazo antes de realizarlo, siguiendo la Ley 41/2002 del consentimiento informado. Estas secuelas son muy numerosas y están demostradas científicamente en publicaciones internacionales de prestigio.

Es inadmisible, continúa Puente, que el abandono de la pareja suponga según nuestros estudios, el motivo fundamental para abortar en más del 85% de las mujeres. Tenemos que acoger a estas mujeres para que puedan ser libres y elegir lo mejor para ellas. En este mismo estudio, de las mujeres trabajadoras de la muestra -especialmente en las extranjeras- en un 74% fue un factor relevante la presión laboral: posible freno del desarrollo profesional, amenaza de despido y dificultades para encontrar empleo estable embarazadas o con un hijo recién nacido.

AVA

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