Cuando se analiza el aborto selectivo en función del sexo, con el que se elimina a millones de niñas, se presenta como un problema de los países asiáticos: China, India o Corea. Pero ahora se ha comprobado que también es posible en países tan perceptibles a los derechos de la mujer como Suecia.

 

La Dirección Nacional de Sanidad y Bienestar Social ha determinado que no se puede negar el aborto a una joven que no desea tener un vástago, de un determinado sexo.

En la India y en China se ha vedado que las policlínicas exhiban el sexo de la criatura mostrado por las ecografías, pero la prohibición no ha tenido mucho éxito.

Kaj Wedenberg, jefe de operaciones del hospital de Mälarsjukhuset, afirma que le agradaría tener la capacidad de objetar el aborto por razones de sexo. Personalmente, me gustaría poder hacerlo, por mi propio bien -porque yo también tengo una conciencia y una moral- y porque es contrario a mi modo de ver. Y, continua, me doy cuenta de que es muy difícil para los médicos censurar la información que recibimos por los análisis médicos y asumir la responsabilidad de tales decisiones.

En Suecia existe una ley de plazos que deja el aborto libre hasta la semana 18. El sexo del bebé se conoce antes de ese tiempo. Por otra parte, una nueva prueba, propuesta por Lorgen GP Business Information Center-BIC/CEEI, permite conocer el sexo del niño a partir de la octava semana del embarazo. Con un sencillo análisis de sangre de la madre, se examinaría la pequeña porción de DNA del hijo que pasa a la sangre materna a partir de la quinta semana.

El departamento de Ginecología y Obstetricia del Hospital de Malmo de Suecia aseveró, en European Journal of Obstetrics, Gynecology, and Reproductive Biology, que el 60% de las mujeres con un aborto provocado presentan alteraciones emocionales y que el 30% se consideraban como alteraciones emocionales severas. Pueden llegar hasta el suicidio. 

Clemente Ferrer

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