Para EEUU, el referéndum es "ridículo"; para Rusia, un "paso hacia la democracia"

 

El 89,4 por ciento de los sirios votó a favor de la nueva Constitución en el referéndum celebrado el domingo convocado por el régimen para buscar el respaldo a su proceso de reformas, según informó la televisión oficial.

De los cerca de 14,5 millones de personas con derecho a ejercer el voto, el 57,4 por ciento participó en el plebiscito, según cifras difundidas por el Ministerio sirio del Interior, que añadió que un 9 por ciento de los electores rechazó las enmiendas constitucionales.
 

Además, al menos cinco personas han muerto este lunes por los bombardeos del Ejército contra los rebeldes en las ciudades de Damasco y Homs. Y ayer, casi 40 personas murieron por las mismas razones. Porque este país es escenario de violentos choques entre la oposición y las fuerzas gubernamentales desde hace meses, en el contexto de la denominada como 'Primavera árabe'.


Así que la violencia prosigue en Siria mientras en el país se llevaba a cabo un referéndum -el pasado domingo- sobre una nueva Constitución, que, según el presidente sirio Bashar Al Assad, busca aprobar un paquete de reformas como un límite de dos mandatos presidenciales de siete años cada uno y establecer el multipartidismo en el país. Pero la consulta ha sido calificada por Estados Unidos como "ridícula" y la oposición la ha boicoteado. A Rusia, por el contrario, le ha parecido un "paso hacia la democracia".

Y también hoy, los ministros de Asuntos Exteriores de la UE aprobaban reforzar las sanciones contra el régimen de Damasco en respuesta a la última campaña de bombardeos en Homs. Los activos del Banco Central Sirio bajo jurisdicción europea quedarán congelados y se prohíbe comerciar en oro u otros metales preciosos con instituciones públicas sirias.

Además, se ha acordado prohibir la entrada en la UE y congelar los activos de otros siete dirigentes del régimen. Hasta el momento -sin contar este lunes- las sanciones europeas afectan a unos 108 dirigentes del régimen, incluidos el presidente, Bashar al Assad, y su hermano Maher.

En lo que respecta a la Primavera árabe, no es oro todo lo que reluce. En muchos de los países afectados se han sustituido dictaduras crueles por otros sistemas igualmente crueles, preferentemente dominados por radicales islámicos que también cercenan los derechos humanos.

Y ni lo uno ni lo otro.

Andrés Velázquez

andres@hispanidad.com