• Así, socialistas y nacionalistas moderados se pelean por el favor de los proetarras.
  • El objetivo es orillar al PP y lograr la 'normalización' de Euskadi sin contar con Madrid.
  • Mientras tanto, Patxi López se mantiene expectante.

El presidente del PSE, Jesús Eguiguren (en la imagen), está buscando un posible pacto con la formación proetarra Bildu. No se resigna a dejar de tocar poder, y bajo la excusa de buscar la 'normalización' de Euskadi al margen de Madrid, está dispuesto a no hacer ascos a un posible pacto con la formación vasca abertzale tras las elecciones autonómicas del próximo 21 de octubre. 

Los datos del euskobarómetro no prefiguran un futuro halagüeño para los socialistas. Les auguran un triste tercer puesto, con 17 escaños y un 20% de los votos. Es decir, que no podrían formar Gobierno si no fuera en coalición. Si se uniera a Bildu, al que los estudios estadísticos auguran un segundo puesto con un 25% de los votos y 22 escaños, sumarían entre ambas formaciones 39 escaños, más de la mitad de los 75 que forman el Parlamento vasco.

Tampoco sería descartable una coalición de ambos partidos de izquierdas, uno soberanista y otro independentista y proetarra, con el PNV, derecha independentista.

La jugada serviría para dejar de lado al Partido Popular, al que el euskobarómetro atribuye una estabilidad en los resultados y la posibilidad de "optar a condicionar la nueva mayoría de Gobierno", con algo más de 150.000 votos y alrededor de un 14% de los votos.

Los electores vascos, según las encuestas, no castigarían a Rajoy. No así Eguiguren, quien pese a estar pensando en su retirada por motivos personales y de salud, prestaría un último servicio a sus correligionarios. Y mientras tanto, Patxi López está expectante. Él no se pringa ni negocia directamente, pero deja hacer a Eguiguren.

Sara Olivo
sara@hispanidad.com