José María Amusátegui también se va: montará un chiringuito con su hermano Luis

No es el momento de los seniors (palabra que procede del latín: señores, pero cuyo campo semántico se ha trasladado un poco) en la banca de inversión. Eso ha debido de pensar Eduardo Serra, secretario de Estado con los socialistas y ministro de Defensa con Aznar, a quien se lo impuso SM el rey, en 1996. El amigo de Estados Unidos se quedó sin sitio en el zapaterismo, pero mantuvo suspendidas relaciones trasatlánticas y consiguió la Presidencia del mayor banco de fortunas del mundo, el suizo UBS.

Y su marcha tiene algo de curioso, dado que don Eduardo no suele irse de sitio alguno salvo que le inviten a hacerlo y le indemnicen convenientemente. Su marcha está prevista para el verano.

Al mismo tiempo, uno de los profesionales más veteranos de la casa, José María Amusátegui Amusátegui, hijo del que fuera presidente del SCH, Amusátegui de la Cierva también abandona la firma. Creará un chiringuito financiero con su hermano Luis. Eso sí, en la casa existe un cierto mosqueo, por cuanto parece que el retoño de los Amusátegui estuviera haciendo de la necesidad, virtud. Dicho de otra forma, UBS España tiene una dirección bicéfala: Sánchez Asiaín se ocupa de banca de inversión y Pablo Díaz Mejía de banca privada, que en nuestro país es la importante. Pero Mejía es otro de los ejecutivos bancarios que practican la política kleenex, de usar y tirar, y, al parecer, el apellido Amusátegui ya no abre tantas puertas como antes.

Claro que podría ocurrir, casos se han visto, que fuera ahora cuando empezara a abrirlas.