El secretario de Estado de Economía, David Vegara considera prematuro hablar de efectos de segunda vuelta en relación a la inflación. Y es que en su opinión, la mitad de la inflación de noviembre conocida este jueves (0,2%) obedece al aceite, que ha subido un 7,8%. Ya nos hemos librado del maldito pollo inflacionario... Vegara confía en que esos efectos inflacionarios no tengan un efecto de traslación. Debemos ser conscientes de su naturaleza, señaló.

En la misma línea -¿cómo no podía ser de otra manera?- se manifestó Solbes poco antes. Para el vicepresidente económico, el dato de inflación no es positivo, pero de él, no puede derivarse un efecto de segunda vuelta. Es decir, que no se trasladará a precios generando una espiral inflacionista. Esperemos que la confianza se convierta en realidad.

Lo que sí hemos conocido es el efecto de la inflación en el coste de las pensiones. Cada décima de desviación supone un coste adicional de 64 millones de euros. La desviación actual es del 1,4% respecto al 2% previsto y eso significa que los pensionistas recibirán una paga extra de 1.817 millones de euros en el mes de enero como consecuencia de la desviación de la inflación. Y es que los efectos de segunda vuelta, también son asimétricos. Ocho millones de pensionistas son muchos millones de votos.