Por 35 votos a favor y 580 en contra, el presidente de la Comisión Europea, Durao Barroso, pasó con sobresaliente la moción de censura presentada por un grupo de eurodiputados euroescépticos. El motivo : haber aceptado el pasado verano unas vacaciones en el yate del empresario griego Spiros Latsis.

La unanimidad de la que ha hecho gala el Europarlamento es lógica. No se ha entrado a juzgar el fondo de la cuestión. Simplemente, el presidente de la Comisión no podría haber superado, sin dimitir, un nuevo varapalo, tras ceder ante una mayoría ajustada de la Cámara y apartar de su Gobierno a Rocco Butigglione, por defender ideas cristianas en la cámara. Por esa razón, puede decirse que Barroso y su equipo cuentan, a día de hoy, con patente de corso ante cualquier acusación. Además, después de los revolcones constitucionales en Francia y Holanda, la Unión no puede permitirse crisis de ningún tipo.