El tema prometía. El Fiscal general del Estado comparecía en los desayunos de Europa Press. ¿Casualidad? O no. Pumpido se quedó a gusto. Y el moderador, Ángel Expósito, no le dejó irse vivo. Dijo todo lo que tenía que decir. Esta fue la conversación.

P: ¿Por qué ha dimitido el Fiscal Jefe de la Audiencia Nacional?

R: Él ha presentado la renuncia por razones personales y yo se la he aceptado por razones profesionales

P. Ya, pero ¿ha habido algún tipo de desencuentro entre Uds?

R: Diré algo más, porque me parece que es conveniente. La Ley prevé la posibilidad del relevo, bien por renuncia voluntaria al cargo o bien por remoción, un procedimiento que inicia el Fiscal General del Estado, tras la audiencia del interesado. El procedimiento de remoción se inicia tras algunos incumplimientos sobre determinadas cuestiones profesionales que aparecen relacionadas. El Fiscal Jefe de la Audiencia Nacional puede estimar con la madurez y experiencia la renuncia voluntaria y es lo que hizo.

P: Y es verdad que le entregó Ud. la carta de renuncia

R. En la audiencia con el interesado se le ofreció un borrador en caso de renuncia voluntaria. Fue él personalmente quien redactó el formato de renuncia por razones personales.

P. Algunos piensan que Fungairiño ha sido dimitido por ser incómodo en una eventual negociación con ETA?

R. No, no es así.

P: Entonces es cómodo. Si no es incómodo, será cómodo

R. Ni cómodo ni incómodo. El Fiscal debe actuar conforme a criterios profesionales. Y si esos criterios no se cumplen la obligación del Fiscal General es que se cumpla y si no lo consigue pues la paciencia tiene un límite, por lo que finalmente se optó por el relevo, bien voluntario o por el procedimiento de remoción.

P: ¿Cuál ha sido el argumento que ha detonado su destitución?

R: Dos incumplimientos profesionales recientes. El último incumplir la instrucción del Fiscal General de informar sobre acontecimientos que pudieran derivar por procedimientos en la excarcelación de algunos inculpados. El caso Lamari generó una gran conmoción social y yo di órdenes de que se informara con tres meses de adelanto. Una orden que ha sido cumplimentada por ciento y pico fiscales, pero no por el Fiscal Jefe de la Audiencia Nacional.

P. No sé si es pronto, pero ¿existe sustituto?

R: El Fiscal Jefe de la Audiencia Nacional seguirá en su puesto hasta el lunes como ha sido su deseo. El sustituto deberá de ser un fiscal experimentado, con experiencia en dirección y jefatura que sintonice con los criterios del Fiscal general para que no exista ninguna disfunción y el Fiscal General tenga la plena confianza de que estará puntualmente informado sobre el caso más importante que se sigue en la justicia española. El sustituto cumplirá con la obligación de informar.

Hasta aquí el relato de los hechos. Por lo escuchado en la mañana de este jueves al Fiscal General podemos concluir lo siguiente:

  1. Jamás ha citado el nombre de Eduardo Fungairiño, en un calculado ejercicio de no personalizar el conflicto.
  2. Ha insistido en las razones profesionales para justificar la decisión, confirmando la versión que ha circulado en varios confidenciales de Internet. O te vas o te echo.
  3. Las razones están más ligadas al seguimiento del juicio del 11M más que un eventual obstáculo de Fungairiño a un supuesto proceso de negociación con ETA.

Sin embargo, la versión de Conde Pumpido no ha terminado de convencer a la parroquia, salvo al ministro de Justicia, Juan Fernando López Aguilar, que a la salida del acto, apuntalaba las palabras de Conde Pumpido. La concurrencia sin embargo, sigue pensando que Fungairiño ha sido apartado del caso por ser un obstáculo a la negociación con ETA. Y también piensan que el de momento Fiscal Jefe de la Audiencia Nacional deberá de contestar por dignidad porque la desautorización de Conde Pumpido ha subido muchos grados.

Por lo demás, durante la mañana del jueves circulaba también la especie de que el poderoso bufete Cuatrecasas estaba detrás de la salida de Fungairiño de la Audiencia Nacional. Permanezcan atentos a las pantallas porque mucho nos tememos que el asunto traerá mucha cola.