Sr. Director:

Parece ser que ahora reducir riesgos, minimizar los daños que pueden resultar del consumo de drogas es pecado. Resulta que algunos se escandalizan cuando, con sensatez y prudencia, hay quien se dedica a informar y evitar riesgos innecesarios del uso de estupefacientes.

Y yo me pregunto entonces: ¿es preferible abstenerse de informar y educar a los jóvenes? ¿Que se busquen ellos la vida? ¿Cómo vamos a educar en la responsabilidad si ni siquiera somos capaces de ver que hoy más que nunca, los jóvenes demandan un poco de cordura y sentido común, menos propaganda y más información; un reclamo de atención por parte de los más mayores, sin caer en el extremo paternalista y sobreprotector, ni la idea errónea del todo vale a cualquier precio.

Unai Aso Poza

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