El presidente del BCE parece que quiere beneficiar a los especuladores que buscan forrarse con el dinero que les sobra a costa del esfuerzo de todo un paísDesde hace tiempo se viene reclamando la ayuda del Banco Central Europeo a España -comprando deuda española- en lo que se refiere al coste de su financiación. Los intereses de la deuda que paga nuestro país son cada vez más caros -como quedó de manifiesto en la subasta de letras de este martes- y la prima de riesgo española lleva varias semanas por encima de los 400 puntos -cuando se escriben estas líneas los 405 puntos-, un nivel otrora considerado por analistas como a partir del cual un país necesita ser rescatado, pues la nueva deuda que emite se dedica a pagar los intereses de la deuda anterior.



Quien tiene la llave para evitar esa espiral es el Banco Central Europeo que preside el italiano Mario Draghi. Pues bien, este miércoles Draghi ha echado un jarro de agua fría a España, eso sí, con muy buenas palabras: ha elogiado el "esfuerzo extraordinario" y los "progresos notables" del Gobierno español en materia de ajustes presupuestarios y reformas estructurales, pero ha rechazado reactivar como contrapartida y de inmediato la compra de deuda pública española en el mercado secundario para reducir los costes de financiación, bajo esta excusa: "Tenemos que preservar la credibilidad del BCE porque es una de las pocas cosas que quedan. Para hacerlo, debemos actuar dentro de los límites del Tratado. No haría ningún bien ni al BCE, ni a la Unión, ni a la credibilidad de nuestro proceso de integración que nos saltemos los límites establecidos por el Tratado y nuestro mandato".



Por cierto, Draghi tambien ha advertido hoy de los efectos negativos de una tasa a las transacciones financieras, poniéndose así del lado de los mercados especuladores...



No obstante, el presidente del BCE no ha cerrado la puerta a reactivar la compra de deuda si la situación empeora alegando que "nunca nos comprometemos de antemano" ya que, a su juicio, "la incertidumbre es muy alta" y "cualquier estrategia de salida es prematura dada la actual situación económica".



Pues "si la incertidumbre es muy alta", señor Draghi, quizá sea el momento de actuar. Porque España lleva mucho tiempo al borde del precipicio. Y las normas están para saltárselas cuando hace falta, en casos extremos, como éste. Si no, podemos empezar a pensar mal de Draghi. ¿A quién quiere beneficiar, a los especuladores que buscan forrarse con el dinero que les sobra a costa del esfuerzo de todo un país?



Es una vergüenza lo de Draghi.



José Ángel Gutiérrez

joseangel@hispanidad.com