El presidente del Banco Santander, Emilio Botín, y el consejero delegado del BBVA, Ángel Cano, coinciden en pedir que se acelere el proceso de fusión de cajas de ahorros, sociedad pequeña y mayormente nauseabundo.

Yo, en los zapatos de los señores Botín y Cano también lo pediría. Es más, entre tanta emulación de tan egregios magnates voy a solicitar un proceso de fusiones aceleradas entre la prensa independiente de Internet, así como en las ediciones digitales de El País, El Mundo, ABC, La Razón y compañía. En nombre de la sanidad del sistema periodístico tengo el mismo interés que don Emilio y don Ángel en evitar la competencia, que es un incordio de mucho cuidado. Donde esté un buen monopolio, o un reducido oligopolio, mejor que mejor.

Y no es preocupante que Botín y Cano digan estas pavadas: lo importante es que nadie replique, que todos traguemos con unas declaraciones propias del mercantilismo más rancio: el que vive de fastidiar del oligopolio y de fagocitar a los pequeños.

Días atrás preguntaba a un banquero sobre la posibilidad de que los grandes bancos compran activos de cajas. La respuesta fue: Todavía no es el momento, no se ha podrido lo suficiente.

Y no, no es un buitre, es un banquero.

Donde esté un buen oligopolio que se quite la libre concurrencia.

Eulogio López

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