Iberdrola se cansó de las reclamaciones del mudo de la vela, y en especial de la de Pedro Campos y Calvo Sotelo. Al final, la compañía tuvo la suficiente mano izquierda para sacar adelante el desafío español, la empresa que presenta al velero español que competirá en la Copa América de Vela, que se celebrará en Valencia en 2007. La técnica para controlar mejor el dinero y que nadie se lleve lo que no es suyo ha consistido en crear una sociedad con escaso capital social, empresa que gestionará los 60 millones de euros que costará la aventura.

Y esa empresa estará gestionada, con plenos poderes, por Domingo Pérez Alonso, un hombre que nada tiene que ver con el mundo de la vela, pero un ingeniero con muchos años de administración de empresas a sus espaldas, que forma parte de la plantilla de Iberdrola desde hace varios lustros. El barco se llamará Iberdrola, y el nombre de la compañía figurará en los dos lados del casco así como en la vela spinnaker.

La Generalitat Valenciana y el Ayuntamiento de la ciudad del Turia consideraban que sin participación española la considerada como Fórmula 1 del mar perdería emoción, es decir, rendimiento, para un evento con el que se pretende cambiar todo el Puerto de Valencia casi reurbanizar la ciudad.