Sr. Director:

Como el turrón vendido en las ferias las víctimas del terrorismo tienen el motivo de su dolor multiplicado por dos. Todos sabemos que cargan con el sufrimiento generado por los activistas radicales y sus crímenes, pero por otro lado, y sin haberlo decidido, se convierten en enemigos de mucha gente, solamente por pedir que se haga justicia.

¿Su dolor no justifica el impedir la acción política, la paz negociada y la Ley de Punto Final? ¿O si?

Prudencio Pedregal Lopez

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