No le ha gustado el decreto de TDT de pago, que califica de intervencionismo.

El grupo que se niega a pagar su deuda a la banca acusa al Gobierno de creara su propio grupo con Mediapro-La Sexta

Desde su nacimiento, a través de las subvenciones de UCD, el grupo PRISA ha vivido del apoyo a los Gobiernos o del chantaje a gobiernos y bancos. Ahora mismo, PRISA está quebrada, pero el pool de bancos acreedores liderados por el Santander, BBVA, Caixa y Caja Madrid) no se atreve a embargarle por temor a las represalias informativas de los Polanco.

De hecho, la SER es lo que es gracias al número de emisoras que controla y a la curiosa compra de A-3 Radio sin que las autoridades antimonopolio se atrevieran a abrir la boca. Canal fue un monopolio concebido y permitido por Felipe González y, una vez conseguido, se les autorizó la apertura para poder captar ingresos por ambas vías: publicidad en abierto y abonados en cerrado.

Lo que ha ocurre es que, con el zapaterismo, a PRISA le ha salido un competidor ¡en su propia casa!, en el PSOE: Mediapro-La Sexta, el grupo más querido por ZP. Esta es la cuestión donde a Cebrián se le entiende todo: dice que ZP pretende acabar con el felipismo. Muy cierto, ZP ha elegido a La Sexta como su grupo predominante, no a El País. Por eso les ha promulgado el decreto de TDT de pago que tanto necesitaba Jaume Roures y sus amigos, José Miguel Contreras y Miguel Barroso (esposo de la ministra de Defensa, Carme Chacón) para sobrevivir. 

Pero no hay que preocuparse: Cebrián necesita a ZP y ZP necesita a los Polanco. La sangre no llegará al río y el progresismo se repartirá el sector informativo.