Trinidad Jiménez va a Luxemburgo a la revisión anual de su política europea hacia la isla

 

Pide una señal de la UE hacia Cuba.

Dicen que Moratinos, en uno de sus últimos actos como ministro de Asuntos Exteriores, mostró el apoyo de España a Rafael Correa tras el supuesto Golpe de Estado que tuvo lugar en el país andino. Como España, también lo hicieron Cuba, Nicaragua o Venezuela, mientras que Estados Unidos no se pronunció. Todo parece indicar que el Golpe de Estado, no fue tal, sino que simplemente fue una protesta de la policía, que ciertamente se llevó muy lejos, pero que ha dado pie al presidente Correa, aprendiz de otros políticos como Chávez o los Castro, para emplearse con dureza contra la policía, pero también contra los opositores, por lo que de esa manera se aplana el camino para tomar medidas del estilo bolivariano. ¡Gran despedida!

Pero el inicio de su sucesora no ha sido menos digno. Su primer embate en la política internacional de Europa ha sido para pedir una señal hacia Cuba por parte de la Unión Europea. Lo normal sería que Cuba fuera quien diera esas señales, pero qué se puede esperar de una dictadura. Sin embargo, la ministra Jiménez ha pedido que sea Europa quien dé esa señal. La Posición Común de la UE es bastante clara y condiciona la relación con el país caribeño al avance en derechos humanos. Si Cuba no da muestras de este progreso, ¿qué señal hay que dar? Cualquier señal sería una bomba de oxígeno para esta dictadura hereditaria.

Como se puede comprobar, las cosas no han empezado con buen pie. A ver cómo continúan A lo mejor Pajín y Valenciano pueden organizar un viaje a Corea del Norte.

Andrés Velázquez

andres@hispanidad.com