El país carioca  tendrá que acudir a una segunda vuelta. Dilma Rousseff obtiene sólo el 46, 8% de los votos

 

Su cambio de postura sobre el aborto genera sospechas. Aunque se muestra contraria al aborto, cree que se debe legalizar y el PT, su partido, busca despenalizarlo en toda Iberoamérica.

La candidata a la presidencia de Brasil tendrá que esperar a una segunda vuelta para suceder a Lula da Silva. Después de semanas de campaña, los resultados han distado mucho de los que indicaban las encuestas -que pronosticaban más del 50% de los votos para la candidata del Partido de los Trabajadores (PT) y que no sería necesaria una segunda vuelta.

Al final, Rousseff ha obtenido el 46,8% de los votos, mientras que el otro candidato, José Serra, del Partido de la Social Democracia Brasileña, ha logrado un 32,6% y ambos lucharán en la segunda vuelta.

Uno de los temas que ha parecido restar apoyo a Dilma Rousseff es su postura sobre el aborto. Aunque en las últimas semanas ella se ha querido apartar de este espinoso asunto, y simplemente ha negado apoyar el aborto, lo cierto es que esa no ha sido siempre su postura, como tampoco la del PT y Lula da Silva.

En una entrevista en 2009 a la revista Marie Claire, Dilma manifestó su apoyo al aborto, considerando este tema como un asunto de salud pública. Afirmó que abortar no era fácil para ninguna mujer. Pero que, sin embargo, eso no era razón para que no fuera legal.

Este cambio de postura, que más se asemeja a enmascararse en una postura más cercana a la mayoritaria opinión pública brasileña que se opone al aborto, no se ve reflejada en las líneas ideológicas del partido al que representa. Así, en un documento aprobado en el Cuarto Congreso del PT, se manifiestan las directrices que debe seguir el partido. Fechado en el 2010, se ratifica el compromiso de legalizar el aborto y apoyar el Consenso de Brasilia, por el cual se quiere promover la despenalización del aborto en toda Iberoamérica.

Todo parece indicar que esta antigua militante de guerrillas urbanas brasileñas como Vanguardia Armada Revolucionaria Palamares, que incluso fue acusada de asalto a mano armada, robo de armas y participación en el secuestro de un embajador estadounidense, obtendrá la elección en la segunda vuelta. Pero habrá que esperar para conocer cómo su postura en temas como el aborto o la defensa de la homosexualidad (hay que recordar que en Brasil existe un proyecto de ley que prohibiría las críticas de todo género a la homosexualidad, por lo que de ser aprobada, la doctrina cristiana sobre la homosexualidad quedaría prohibida), o las denuncias de corrupción de las últimas semanas, afectarán a su posible elección.

Lo que está claro es que los analistas económicos han visto con buenos ojos la victoria de este domingo de la candidata ex marxista, ya que así se ha visto reflejado en los valores bursátiles. La candidata continuista de Lula da Silva ofrece a los mercados estabilidad y continuidad en la política económica y de manera especial a las empresas españolas que más inversión tienen en Brasil, como son Repsol, Endesa, Iberdrola, Telefónica, Santander, Mapfre, OHL o Prosegur.

El 31 de octubre, fecha de la segunda vuelta, se conocerán las respuestas a todas estas incógnitas.

Juan María Piñero

juanmaria@hispanidad.com