Tras la muerte de Hassan II en 1999, Mohamed VI subió al trono de Marruecos para iniciar un período en el que se han producido algunas reformas democráticas pero que cuenta también con algunas manchas, especialmente en sus relaciones con España

Sr. Director:

El balance que ofrece el reino alauí en su décimo aniversario de la subida al trono de Mohamed VI está resumido en dos palabras: luces y sombras.

En su haber: El abrir el país a las reformas democráticas, a la modernidad y logros materiales, emancipación de la mujer, preservar al reino de amenazas del islamismo, apuesta por el Sahara.

En el debe: Bolsas de pobreza, mal reparto de la riqueza, corrupción, pluralismo político lejano, Justicia y libertad de prensa, mediatizadas, pateras de emigrantes a España y UE. No olvidar con España, la provocación de Perejil y sobreactuación en la visita de los Reyes a Ceuta y Melilla.

Miguel Rivilla

miriv@arrakis.es