Sr. Director:
El mundo sindical en España es lo que en tiempos pasados se denominó eufemísticamente democracia orgánica en referencia a nuestra forma de Gobierno.

 

Sufrimos una dictadura bicéfala, la de los señores Méndez y Toxo. ¿Cuántos trabajadores les han votado? De las elecciones políticas tenemos los ciudadanos cumplida  información a todos los niveles, y sabemos cuántos votos ha obtenido cada candidatura, incluso en cada mesa electoral.

Tal vez esa misma información está también publicada respecto de las sindicales, pero -de ser así- debiera estar fácilmente localizable, y no lo está. Como tampoco está claro el número de liberados sindicales, y qué los justifica, y qué hacen. Con todo esto ¿cómo dos señores con dudosa representación pueden dictar a toda una nación, y con la complacencia del Gobierno? ¿No es la huelga contra éste?, pues no entiendo que se avenga a pactar unos servicios mínimos tan exiguos; lo que debe es asegurar la libertad de los españoles, que mayoritariamente quieren trabajar, y muchos lo tendrán muy difícil con esos servicios, amén de los piquetes.

Respecto de el proletariado, el mismo Stalin abriría una boca de a palmo viendo a estos sindicalistas disfrutando cruceros del más alto nivel económico y social.

Amparo Tos Boix