Argumenta que la necesidad de financiación a 12 meses es de 100.000 millones de euros

Díaz Ferrán Coincide con Gómez Navarro en aplaudir el plan y en la esperanza de que se traduzca en créditos para familias y pymes. Disienten en la prudencia exigida para la valoración de activos. Gómez Navarro es partidario de cortar el pelo a las valoraciones de los ratings y Díaz Ferrán no descarta que se compren ladrillos. Ambos escenificaron las buenas relaciones entre socialistas y patronal
Apasionante. En la mañana de este miércoles comparecía en un desayuno informativo el presidente de la CEOE, Díaz Ferrán y el presidente del Consejo Superior de Cámaras, Javier Gómez Navarro. Ambos se felicitaron por el plan Zapatero, aunque también comparten que el plan es insuficiente. ¿Por qué? Calcula Gómez Navarro que lo primero que harán los bancos será devolver los 20.000 a 30.000 millones de euros de emisiones de aquí a fin de año. Es decir, le preocupa que el dinero llegue a las empresas y a no la economía real: A lo mejor hay que ampliar el fondo para que, aparte de resolver el problema de los bancos, haya dinero para la economía real.

Pero es que las necesidades a 12 meses ascienden a 100.000 millones. Es el resultado del déficit de ahorro español en relación a unos niveles de inversión de economía emergente, decía Solbes. Y es que estábamos con tasas de inversión del 30%. Es lo que tiene el dinero barato: no discrimina entre rentabilidades. La cosa aguantó mientras el ahorro alemán era capaz de financiar la inversión española. Pero la fiesta se ha acabado. Y los bancos se han quedado pillados con  obligación de devolver 100.000 millones de euros en los próximos 12 meses.

No hay problema de solvencia, pero sí de liquidez. Es el problema que tenemos ahora, dice Díaz Ferrán. De acuerdo. Pero si los bancos pagan sus obligaciones de manera prioritaria, no hace falta un plan de 50.000, ni de 80.000 como pide Ferrán tras avisar a Zapatero el martes. Hacen falta 30.000 millones más; y conviene que se sepa, dice el presidente de la CEOE en la mañana de este miércoles. ¿Recado de Moncloa?

Necesitaríamos 100.000 millones. Y sólo para tapar los agujeros de la banca. Pero ya puestos, ¿por qué no de la industria automovilística o del gran comercio? Y más. El plan Paulson ha sido debatido en el Congreso americano. El plan Zapatero se ha cocinado en una reunión de Moncloa con los banqueros. ¡Un poco de transparencia! Esta mañana ni Vegara ni Ocaña se han atrevido a dar detalles sobre el plan. Los detalles, los dará Solbes el viernes. La misma respuesta que Zapatero. Todo el paso sobre Solbes.

Pero es que hay más. ¿Qué activos se van a comprar?, ¿durante cuánto tiempo? ¿Con qué precio? Gómez Navarro sugiere la necesidad de ser prudente en las valoraciones de las discutidas agencias de calificación financiera. Incluso sugiere la necesidad de que el Gobierno compre con cierto descuento porque en su opinión, los activos necesitan un corte de pelo.

No opina lo mismo Díaz Ferrán que no habla de corte de pelo. Incluso se muestra abierto a que el Estado compre activos inmobiliarios. Cree que el ladrillo se recuperará en 4-5 años y que el Estado tiene capacidad de aguantar. Por lo tanto, el Estado podría dedicarse a comprar inmobiliarias. Un escándalo. Dice Zapatero que no quiere resucitar la idea de que el Estado sea banquero. Pero al parecer no tiene ninguna dificultad en ser un inmobiliario. Aunque sea temporalmente.

Al final, el objetivo de que el préstamo estatal se traduzca en financiación para familias y pymes queda en entredicho. Desde luego ni Díaz Ferrán ni Gómez Navarro lo tienen claro a pesar de que Zapatero señala que es casi automático porque forma parte de la esencia de las entidades financieras y de su beneficio. Los empresarios no las ven todas consigo. Las entidades cumplen sus compromisos financieros como prioridad primera.

¿Quién paga? Dice Gómez Navarro que nadie y que al fin y al cabo está muy bien echar mano de la deuda para impulsar la actividad económica. Podíamos morir con la deuda/PIB más baja de la OCDE. Vale. Pero no se ha tenido en cuenta el efecto expulsión de las emisiones privadas ni el coste del incremento del riesgo-país. En términos per cápita, el peso del plan Zapatero asciende a 1.250 euros por ciudadano. No está mal si tenemos en cuenta que se destinará a financiar desaguisados en lugar de a facilitar el crédito.

Habría sido más razonable que el ICO lanzara nuevas líneas de descuento para pymes o que se hubieran avalado las emisiones de cédulas hipotecarias en lugar de comprar, como se proponía desde ámbitos populares. Finalmente, la política y la empresa siguen haciendo extraños compañeros de cama. Y seremos los españolitos de a pie quienes terminemos pagando el desaguisado de los últimos años. Estupendo.

Por lo demás, Gómez-Navarro y Díaz escenificaron este miércoles el buen rollito existente entre ambos. No es para menos, ya que, entre otras cosas tienen en común el privilegio de contarse entre la beautiful people de Zapatero, un cuarteto que se completa con Javier de Paz (Consejero de Telefónica y aspirante a suceder a Alierta) y Miguel Barroso (marido de la ministra Chacón y ex secretario de Estado de comunicación de ZP). Llama la atención que Díaz Fernán, amigo de Esperanza Aguirre, que le puso al frente de la CEIM y de la cámara de comercio para en contra de Gallardón y Fefé, acabe usando su puesto en la CEOE para salvarse en el caso de Aerolíneas. El gobierno cubre a Díaz Ferrán a cambio de aplausos de la CEOE a su política. De hecho, la SEPI, que podría sentenciar el caso ARSA, pasó de ser crítica con Ferrán a no decir nada. Como eslabón entre ambos, el ex ministro socialista Javier Gómez Navarro, quien en su día regaló Marsans, matriz del actual imperio, a Gonzalo Pascual y Díaz Ferrán.