Todo indica que Días de cine pretendía ser una parodia del cine de destape realizado en la denominada Transición española. Pero el producto es tan burdo que tiene menos calidad que las películas realizadas en ese periodo y la  forma de hacer cine que pretende denunciar.

 

¿A que público va dirigida Días de cine? Creo que es pertinente la pregunta, porque esta película casposa y con argumento  de película antigua desde luego no va a conectar con el público juvenil, asistente habitual en las películas dirigidas o escritas por David Serrano, es decir, Días de Fútbol o Al otro lado de la cama (1 y 2).

 

David Serrano y el actor Alberto San Juan (coguionista en esta película) han querido jugar a ser críticos con la censura del Antiguo Régimen y el tiro les ha salido por la culata. Días de cine no tiene gracia en su apartado cómico, no convence en su parcela más dramática y aburre soberanamente en su desarrollo. Vamos, que es una firme candidata a ganar el Premio Godoy (es decir, el premio a la peor película española del año) y eso que estamos a comienzos de febrero.

 

Para: Los que quieran constatar que el cine español está muy perdido