De esta forma se despachaba el ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, preguntado en la mañana del martes por su opinión acerca del diálogo con ETA. Serio, circunspecto, solemne, Caldera contestó que era optimista do sus razones: Desde que accedió a la Secretaría general, el presidente del Gobierno ha antepuesto, siempre, el interés general a cualquier otro consideración, incluidos las cuestione de política electoral (por si alguien no lo había entendido). Caldera, igualmente solemne, aludió al ansia infinita de paz y en ningún y evitó con esmero aludir al hecho de que si el Presidente del Gobierno, o sea, Rodríguez Zapatero, consigue que ETA deje de matar, al precio que sea, pasará a la historia como el pacificador de Euskadi, que es una cuestión de interés particular para continuar en el poder.
Banco Popular. El mismísimo presidente, Emilio Saracho, envió una carta al BCE pidiendo la intervención: ¿es esto lógico?
23/04/24 06:59