Los católicos salen a la calle en Madrid y la Jerarquia muestra su poder de convocatoria. 28-D, eucaristía en la Plaza de Colón: ni una sola alusión política.

Y eso que el arzobispo Rouco Varela habló de los santos inocentes de hoy, los abortados, en pleno proceso de ampliación del aborto; del derecho a la vida, con un Zapatero empeñado en legalizar la eutanasia; o de la familia, con el divorcio-express convertido en el gran éxito legislativo socialista y con el indice de natalidad por los suelos. Éxito de convocatoria con la plana mayor del PP -otro logro- ausente.
La Jerarquía eclesiástica, tan denostada, vilipendiada y ninguneada, ha vuelto a demostrar su capacidad de convocatoria. Aunque a muchos les chirríen los dientes, la II convocatoria en el Día de la Sagrada Familia coincidente en esta ocasión con la festividad de los Santos Inocentes, ha sido un éxito. Otra vez la madrileña Plaza de Colón estaba abarrotada, al igual que sus aledaños, cientos de miles de personas, no sabrían especificar cuántos cientos-, familias completas, algunos desplazados desde otras provincias, para una misa en honor de la familia cristiana. Al parecer, ni el relativismo imperante en España, del que participan todas las fuerzas políticas mayoritarias, así como la mayoría de los medios informativos les ocurre lo mismo que a Napoleón, Hitler o Stalin: no consiguen acabar con la Iglesia.

Además, esta vez el cardenal arzobispo de Madrid, Rouco Varela, tomó todas las precauciones para que su discurso no fuera manipulado, a lo que ayudó no poco la ausencia de líderes del Partido Popular -todo un logro- como, por ejemplo el alcalde de Madrid, Ruiz Gallardón, que ha pasado de besar el anillo papal a fiscalizar a interpelar a la Jerarquía y acusarla de censura, porque no le permiten hablar con el Papa. Sin duda, las cosas han mejorado mucho: ahora cada cual está en su sitio.

Rouco, como no podía ser menso, ha hablado de la lacra del aborto, peor sin alusión alguna al proceso de ampliación decretado por Zapatero con la idea de que el aborto deja de ser legal para convertirse en un derecho, que tiene bemoles la copla. Rouco ha hablado del derecho a la vida cuando ZP se empeña en legalizar la eutanasia y ha hablado de la familia como la entrega de hrbe y mujer abierta a la vida cuando el gran éxito legal y electoral del Zapatero es el divorcio-express, que ha multiplicado la rupturas matrimoniales y los hijos de fin de semana. Por otra parte, España continúa en el puesto de cola de la natalidad mundial.

Pero, por encima de todo, lo que se ha ocurrido es que, a pesar de una persecución legal y social -lo que hadado en llamarse persecución educada, a pesar de la blasfemia continúa, especialmente en los medios adictos al zapatismo, pero también en los adictos al PP, como El Mundo, los católicos han vuelto a salir a la calle y no están dispuestos a aceptar que sus convicciones tengan que expresarse en la más estricta intimidad de su hogar o de su conciencia. Es decir, no renuncian a su derecho a la libertad religiosa. 
España no ha dejado de ser católica y la Jerarquía no ha dejado de ser jerarquía. 

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com