Nos lo venden como un éxito cuando es un sonoro fracaso. Ya hemos explicado en Hispanidad que emitir títulos públicos por 1.000 millones de euros a 50 años supone que todos los españoles tendremos que pagar 3.000 millones de euros, tres veces más, durante ese periodo. Una locura.

En la mañana del jueves, el Tesoro, dependiente del ministro de Economía, Luis de Guindos, emitía 714 millones a 30 años. Los corifeos del Gobierno nos aseguran que los bonos a 10 años se han emitido a un tipo históricamente bajo (sobre las emisiones a 30 y a 50 no hay precedentes, así que no podemos hablar de 'históricas'). Es falso. A ese plazo, todo interés es alto, abusivo y, sobre todo, significa hacer cargar a las próximas generaciones con la deuda que les hemos dejado.

Emitir a plazos tan dilatados es absurdo pero cuando sus efectos se hagan notar, el señor Rajoy y el señor Guindos (ambos en la imagen) estarán criando malvas. Y el que venga detrás que arree.

Hispanidad

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