Sr. Director:

La Nueva España de Zapatero autodefinida por sus voceros por tener un gobierno que ha realizado la ampliación de los derechos civiles, piensa en la ampliación de otros derechos. Son los otros, los reales, los que comprueban algunos ciudadanos en el bolsillo. Para contrarrestar la bajada de pantalones de la política económica de Solbes -continuista de la de Rato-, ante el aumento de impuestos indirectos para solventar la pésima gestión autonómica de la sanidad (cómo muchas otras), darán otro golpe de efecto. Prometerán que habrá mayores incrementos del salario mínimo interprofesional, de las pensiones mínimas, más becas y dotaciones para Vivienda y Sanidad.

Lo que por un lado promete dar, lo quita autorizando el céntimo sanitario y el aumento hasta el 41% de impuesto de la energía eléctrica. Se añaden los mil millones en dos años que aportará, para una desigual sanidad donde existen más prestaciones en unas Comunidades que en otras, el personal médico cobra más, e incluso unas autonomías no atienden accidentados por ser de otra autonomía vecina.

Lamentablemente estos golpes de efectos, como el que vendieron con el aumento del empleo y las altas de la seguridad social debido al plan de legalización de inmigrantes, al final se enfrentan a la cruda realidad.

Es el segundo mes consecutivo de subida del paro, donde Agosto registra casi 30.000 parados más. Curiosas y alarmantes bajas en la Seguridad Social, con casi 190.000 menos afiliados.

Acusaban de pájaros de mal agüero a aquellos reputados economistas que incidían en el desastre económico previsible, con el déficit exterior y desprotección de la economía familiar ante cambios bruscos de la economía, entre otros. Parece ser que asoma la cabecita el hombre del saco económico. La realidad es cruda y aparece siempre, como cuando se lava la cara después del maquillaje. Tras un política de humo, empieza a verse realmente en donde estamos por la política del Gobierno.

José Carlos Navarro Muñoz

carlosnava@terra.es