Sr. Director:

La Constitución española dedica un lugar destacadísimo a los partidos políticos en su Título preliminar.

Por eso lo que sucede en su debate interno no es un asunto meramente privado, sino también de interés público. Desde esta perspectiva habría que contemplar, con absoluto respeto pero con mucha atención, todo lo que está sucediendo en el seno del Partido Socialista Obrero Español.

El buen funcionamiento del sistema político necesita partidos con capacidad de gobierno, como capaces de asegurar la continuidad institucional necesaria. Por esta razón preocupa que en el pistoletazo de salida de las candidaturas a la secretaría general del PSOE se cuelen argumentos que ponen en entredicho el marco constitucional.

Las declaraciones de Eduardo Madina acerca de la convocatoria de una consulta secesionista en Cataluña o las preferencias federales de Pedro Sánchez no son la simple expresión de un ciudadano, sino la toma de postura de quienes aspiran a gobernar el primer partido de la Oposición.

Xus D Madrid